Hace tres
años que vivo en Londres. Ser profesora de música en mi país era imposible, así
que, lo dejé todo y me vine con la ilusión en la maleta.
La
suerte me acompañó, en apenas unos meses encontré el trabajo de mis sueños.
Soñé con
volver en verano para no morir de pena entre la maldita niebla. Pero no fue la
niebla quién nos impidió vernos. De pronto, una maldición nos apartó a todos,
lejos de todos.
Adiós al
ansiado regreso en verano. ¡Les extrañé tanto!
Preparé
este viaje en secreto, y compré un billete de ida y vuelta. Dos semanas de
vacaciones, junto a ellos, serán mi mejor regalo de cumpleaños.
Pasé
tanto miedo… La idea de no verles más
aún me aterra.
Bajo del taxi temblando.
Sí, esta es mi calle, mi portal, mi escalera, mi puerta. ¡Por fin, en casa!
Nadie responde al
timbre. Nadie se acerca a ver por la mirilla. Ni un leve ruido. No sé cómo se
habrán enterado de que venía.
Me fastidia no poder
sorprenderles. ¡Qué rabia!
Cuando voy a golpear
la puerta, veo el cartel:
“Nos
hemos mudado. Llámanos a este número”.
Furiosa, les grito: ¡¿Mudado?!
¡¿Hablamos todas las semanas y no me contáis esto?!
Calma, Laura. Solo quieren gastarte una broma—me digo ilusionada— Están en el bar de Rosa, esperándote
con ese bacalao exquisito. ¡Ay, mamá! ¡Qué ganas tengo de abrazarte!
Bajo. El bar de Rosa
ya no existe. Enfadada, marco el número y el contestador me desconcierta: “El teléfono está apagado”.
© Carmen Ferro.
El reto es pintar de emociones al personaje, pero Laura piensa que he jugado con su ilusión para dejarla en un deshaucio emocional. Espero que me perdone.
¡Uf! Qué angustia me ha creado la lectura. Me he visto metida en la pesadilla de un mal sueño. Te felicito por tan buen micro.
ResponderEliminarBesos, Carmen.
Ay, qué terrible relato, Carmen. No quiero ni pararme a imaginar lo que ha podido pasar...
ResponderEliminarUn beso.
Necesito saber qué ha pasado. Me he quedado exactamente como la protagonista. Pobrecita. Qué malnpor ella 😢
ResponderEliminar"Tú te mudas a Londres, nsotros también nos mudamos", ¿ves lo que se siente? Algo así también puede haber sentido Laura por la falta de aviso. Lo racional: saber los motivos de ese cambiio sopresa, vendrá mucho después y ahí sí que tenemos un final abierto. ¿Fue por alegres o tristes razones? Bueno, me he extendido porque me ha gustado mucho y de verdad pienso que puedes continuarlo hasta la novela. Un abrazo grande
ResponderEliminarMe quedé con ganas de saber qué paso con sus padres, que desilusión llegar y que la casa esté vacía, querer sorprender y resultar ser la sorprendida, muy buen micro.
ResponderEliminarSaludos.
PATRICIA F.
Hola, Carmen, angustioso, incertidumbre, miedo a perder lo que tenía la protagonista... Pero quizá fue una lección... A veces la vida hace nos hace vivir aquello que nosotros hicimos vivir a otros (para pensar). Conseguido ese vértigo emocional con semejante sorpresa inesperada. Gracias.
ResponderEliminarSaludos!
Espero que nos desveles el final de este angustioso relato, en el que un mundo particular de tu protagonista, ha desaparecido sin previo aviso.
ResponderEliminarAbrazo.
Hola, Carmen. Un micro muy inquietante que pide continuación. Has plasmado estupendamente las emociones y cambios de ánimo de la protagonista. Estupenda tu historia.
ResponderEliminarEmociones a raudales en este micro tan bien desarrollado con el que nos dejas en ascuas. Felicidades.
ResponderEliminarUn abrazo.
Hola, Carmen, nos regalas un micro tan desconcertante, como inquietante.
ResponderEliminarSiempre que partimos, o casi siempre la ilusión forma parte de nuestro equipaje, pero es pasajera, desaparece a falta del amor con el que nos alimentamos a diario.
La nostalgia aparece en cada fecha importante para dejarnos una extraña melancolía. Por suerte hablaban semanalmente, pero extrañamente han desaparecido todos, creo que se podría tratar de un mal sueño, ja, ja.
La incertidumbre jamás es buena compañía...
Muy buena la ambientación del micro. Buen fin de semana.
¡Hola, Carmen! Me ha parecido todo un acierto que no hayas desvelado el motivo de la muda domiciliaria. Ello le da al relato una gran fuerza y, además, nos permite que cada lector rellene el motivo con su propia idea o temor. Porque lo potente de este micro es eso. Mostrarnos que una separación es de alguna manera un cambio de vida, un momento en el que cada uno inicia una aventura distinta, los caminos se separan sin que nadie esté obligado a esperar el regreso del otro. Y ese es el tema: el terror de quien deja el hogar a no poder regresar a él nunca más, a perderlo para siempre. Excelente micro. Un abrazo!
ResponderEliminarHola, Carmen
ResponderEliminarMe ha parecido un texto tan lleno de posibilidades que, como dice David, está abierto a que el lector lo complete a su gusto. Los giros y regiros del texto te han abierto la puerta a expresar muy bien las emociones: la sorpresa, la decepción, el disgusto... y vuelta a empezar. ¡Felicidades!
Hola Carmen menuda historia , me he quedado con las ganas de ver como sigue. Un abrazo.
ResponderEliminarLe ha pasado lo que al abad Virila. Qué original.
ResponderEliminarUff, una situación de lo más fea. No puedo ni imaginar lo que se siente. Muy buen aporte al reto, me pareció muy original. Creo que fácilmente podría volverse un relato más extenso o incluso una novela. Saludos.
ResponderEliminarHola, Carmen, no sé cómo va a derivar la situación, pero no pinta nada bien para sus familiares, jajajaj, yo me habría apenado, pero ella cada vez se iba enfureciendo, y de qué manera. Divertido, a pesar del tema.
ResponderEliminarUn abrazo!
¿Y...? pero Carmen, no puedes hacernos esto ¡qué intriga! ¡qué desconcierto!¡qué incertidumbre! emociones, emociones. En el fondo creo que es cúmulo de circunstancias que derivan en final feliz. Todas las semanas hablando eso pinta bien. Un abrazote.
ResponderEliminarHola Carmen.
ResponderEliminarTu micro me ha desconcertado y encantado a partes iguales. Para un reto que va de emociones, es impresionante cómo has conseguido hacernos sentir como su protagonista.
Felicidades.
Un fuerte abrazo.
Menuda historia, al estilo "The game", no se si has visto la peli (David Fincher). Lo único es que en este caso no era un juego, era real. Un abrazo, Carmen.
ResponderEliminar"el telefono esta apagado" no es tan mala señal. "el telefono no existe" hubiera sido peor. La ilusion y su contrapartida la desilusion son de las emociones mas potentes porque traducen todas las demas pero sin la virulencia de algunas de elllas.
ResponderEliminarpor las fechas supongo que fue el covid, el culpable; que trunco muchas vidas, y modos de vida y costumbres, más aun
abrazoo
Hola, Carmen. Pobrecita, cuánta ilusión le hacía volver! Qué desilusión ver que ya no había nadie!
ResponderEliminarMuy bien contado.
Un abrazo
Agradezo a todos la lectura y vuestros comentarios. Por razones logísticas no puedo responderos a cada uno, como os merecéis. Os pido disculpas.
ResponderEliminarCompruebo que, dejar al personaje colgado de la incertidumbre, a algunos os ha contagiado.
Siento haber decepcionado a la emoción básica de la curiosidad humana.
Un abrazo agradecido.
Hola, Carmen, tu relato es tan ameno!, que me hubiera gustado seguir leyendo. Hay ilusión, decepción y esa intriga con la que cierras la historia; intrigante.... Puedo imaginar la incertidumbre de Laura. Has creado esa curiosidad al lector con creces. Felicidades.
ResponderEliminarUn abrazo.
El final me deja tan sorprendida como a la protagonista. Buen relato, Carmen. Abrazos.
ResponderEliminarLos padres, se han mudados, el bar de Rosa está cerrado y para colmo el teléfono está apagado ¡Que intriga me ha entrado Carmen!.
ResponderEliminarUn abrazo.
Hola Carmen. ¡Por fin por fin por fin puedo leerte... leeros!
ResponderEliminarTu micro es justo como me gusta escribir, dejando las posibilidades abiertas pues nos incitas a imaginar múltiples realidades y nos haces ponernos en la piel emotiva de la protagonista.
Ya ves que me ha gustado mucho.
Un abrazo, Carmen.