sábado, 12 de noviembre de 2022

EL OPERARIO DEL TURNO DE NOCHE

 

 

  



El lunes llegó tarde y vino en taxi. Se disculpó, me dijo que había ido al pueblo, a ver a sus suegros, y el tren llegó con retraso.

Le vi tan abatido que no me atreví a preguntarle si ya sabía algo de su mujer. No era la primera vez que tras una bronca metía cuatro cosas en una bolsa, apagaba el móvil y se iba unos días. Luego, regresaba como si no hubiese pasado nada.

En esta ocasión, ya han pasado diez días y el móvil sigue apagado.

La policía insiste.  Ayer vinieron a revisar la taquilla de López y otra vez hicieron preguntas. Les repetí lo sucedido el lunes y les comenté que el hombre es muy reservado. Lo poco que hablamos es en los cambios de turno y él trabaja de noche.

 Esta mañana, llegué media hora antes y le invité a un café. Quizás necesitaba hablar, porque me contó que discutían a menudo. Le aconsejé que se tomase un descanso y me dio la razón.

—Un tiempo de reflexión me vendrá bien—me dijo.

Eran las once cuando se atascó la cinta que lleva la basura al incinerador y avisé al técnico.

— ¡¿Quién cojones tiró esto aquí?!

Bajé a ver qué pasaba. Inmediatamente llamé a la policía, se me había olvidado decirles que el lunes López llegó arrastrando una maleta grande. Los restos que atascaron los rodillos eran del mismo color. Me conmocionó la mano aplastada. ¡Qué horror! Ni se molestó en quitarle la alianza.


                                                                                                     © Carmen Ferro.   


            

LA DAMA AURIENSE

      Cuentan  los que saben de estos cuentos, que a la misteriosa dama se le puede ver cabalgando, a lomos de un hermoso corcel blanc...